La expresión “no tener piedad” fue llevada a su máxima expresión por los Houston Rockets, que aplastaron a los Utah Jazz en su propio feudo, dejando el marcador final en un abultado 80-125para los de Texas. La dolorosa derrota de los locales significó la primera vez en la historia de la franquicia que los Jazz pierden en casa por 45 puntos de diferencia, además de la primera vez desde 1980 que el equipo cae por más de 30 puntos.
James Harden (25 puntos) fue el máximo artífice de la victoria de unos Rockets que llegaron a colocarse hasta 50 puntos por delante en el electrónico. Además de los seis jugadores de Houston con dobles dígitos en anotación, Omer Asik fue otro de los pilares de la paliza al capturar 19 rebotes.